A continuación describiremos una serie de argumentos a favor y en contra del uso de las técnicas de enseñanza de indagación e instrucción directa, los cuales están fundamentados en diferentes investigaciones que hemos recogido de las siguientes bases de datos: Google scholar, Dialnet y CSIC.
Indagación
Argumentos a favor:
El uso de esta técnica implica el uso del desarrollo
cognitivo, la experiencia corporal y las habilidades comunicativas, ya que
según el trabajo de Domino (2016) por el que se instó a un grupo de alumnos en
primer lugar a discutir y reflexionar sobre una pregunta o desafío que sea
realista y relevante para los estudiantes. Tras haber realizado una serie de
observaciones y entrevistas con estudiantes que han sido enseñados mediante el
método de indagación, el grupo mostró haber mejorado su motivación y
participación, además de hacerlo también en el aprendizaje físico y cognitivo
usando experiencias corporales, cognitivas, habilidades comunicativas y otras
basadas en la investigación.
En dicho estudio, Domino (2016) nos indica que la clave de la
Educación Física es fomentar el desarrollo tanto cognitivo como físico con el
fin de proporcionar a los individuos la confianza y la motivación necesarias
para continuar las actividades físicas fuera de la escuela y sentirse
competentes para llevar un estilo de vida saludable. Por ello siempre hemos de
utilizar la técnica de la indagación.
Por otro lado, Hortigüela, Fernández – Río y Pérez (2016)
comprobaron en su estudio que un grupo de adolescentes que experimentaron
un planteamiento indagativo de enseñanza de fútbol desarrollaron una percepción
de clima de aula significativamente diferente y más orientado a la tarea, en
vez de al propio individuo.
Según el estudio anterior, se aconseja al
profesorado de EF utilizar modelos metodológicos basados en la indagación, ya
que se demostró que la percepción del alumnado difiere sustancialmente en
función de la metodología que se utilice, siendo la técnica indagativa la que
favorece el proceso de aprendizaje de los contenidos, facilitado por su
orientación hacia la tarea y no hacia el propio individuo.
Para concluir nuestros argumentos a favor de la
indagación, complementamos con lo establecido en el trabajo realizado por
Fernández, Calderón, Hortigüela, Pérez y Aznar (2016), donde se especifica que
“el alumno debe ser un
elemento fundamental del proceso de enseñanza y aprendizaje, permitiendo que
adquiera autonomía, responsabilidad y que entienda la práctica de actividad
física como un elemento fundamental a lo largo de la vida”. No existen excusas
docentes para no comenzar a utilizar esta técnica de enseñanza, ya que dota de
rigor, coherencia y visibilidad a una materia que tiene un potencial educativo
extraordinario, y que de forma coordinada con las demás materias del currículo,
puede determinar una mejora global del proceso educativo.
En contra:
La indagación es una técnica que
requiere de gran implicación por parte del docente a la hora de planificar y
adecuar la metodología al nivel del alumnado, con lo cual también necesita de
más tiempo para abordar los contenidos, lo que se puede convertir en un
hándicap a la hora de tener que programar e impartir todos los contenidos que
la normativa legal nos establece.
Basándonos en fundamentos científicos, Hortigüela,
Fernández – Río y Pérez (2016) señalan que la instrucción directa en la Enseñanza Deportiva
es más influyente en la motivación del alumnado, por lo que en este trabajo se
concluye que en un enfoque orientado hacia el rendimiento es menos aconsejable
el uso de la técnica de la indagación en beneficio de la instrucción directa.
Instrucción directa
A favor:
La instrucción directa requiere de
menor tiempo de programación y puesta en práctica de los contenidos.
Según el trabajo de Fernández, Calderón, Hortigüela, Pérez y
Aznar (2016), esta técnica combinada con otras formas metodológicas en las que
el alumnado tiene un papel más activo están indicadas para la Educación Deportiva. Las unidades didácticas realizadas
bajo las características de este modelo se dividen, al menos, en cuatro fases:
1.
Fase
de práctica dirigida:
en la que el docente dirige la clase, en tres o cuatro sesiones mediante la
instrucción directa y la asignación de tareas.
2.
Fase
de práctica autónoma:
en la que se realiza un trabajo autónomo del alumnado por equipos, asumiendo
los roles asignados, que durará cinco o seis sesiones.
3.
Fase
de competición forma:
en la que se lleva a cabo una aplicación de las competencias adquiridas en fase
de práctica dirigida y de práctica autónoma.
4.
Fase
de reconocimiento fina:
en la que se reconocen y se premian las competencias adquiridas mediante
entrega de diplomas con carácter festivo y realización de un evento audiovisual
con un resumen de la unidad, entre otras actividades de aprendizaje.
Lo
anteriormente expuesto se ratifica el trabajo de por Hortigüela, Fernández –
Río y Pérez (2016) sobre la enseñanza del fútbol, donde los
resultados que este arrojaron fueron que la práctica de fútbol en horario
extraescolar, es decir, Enseñanza
Deportiva durante más de tres años se ha mostrado como influyente en la
motivación del alumnado solo en el grupo que se utilizó una enseñanza Técnico-Tradicional
(instrucción directa), por lo que este
estudio aconseja el uso de esta técnica de enseñanza en grupos y contextos no escolares,
más orientados hacia el rendimiento deportivo.
En contra:
Hortigüela,
Fernández – Río y Pérez (2016) comprobaron en su estudio que un grupo de
adolescentes que experimentaron un planteamiento
Técnico-Tradicional de enseñanza de fútbol (Instrucción directa), aumentaron
significativamente la percepción de un clima de aula orientado al ego, dejando
de lado la socialización y el trabajo en equipo, valores fundamentales en
deportes de equipo, por lo que podemos decir que esta técnica de enseñanza no es
de las más idóneas para la enseñanza en la iniciación deportiva o en contextos
escolares.
REFERENCIAS
- Domino, L. (2016). Inquiry-based Learning Approach in
Physical Education: Stimulating and Engaging Students in Physical and Cognitive
Learning. Journal of Physical Education, Recreation & Dance, 87(2), 7-14.
- Fernández, J.,
Calderón, A., Hortigüela, D., Pérez, A. y Aznar, M. (2016). Modelos pedagógicos
en Educación Física: consideraciones teórico-prácticas para docentes. Revista
Española de Educación Física y Deportes, 413(1), 55-75.
- Hortigüela, D.,
Fernández, J., y Pérez, A. (2016). Efectos del planteamiento docente en
la enseñanza del fútbol sobre el clima de aula. Percepciones de alumnado y
profesorado. Cuadernos de Psicología del Deporte, 16(1), 295-306.
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